domingo, 14 de febrero de 2016

MIEL DE UVAS

El azúcar es una aditivo de sobra conocido que la gente controla cada vez más en su dieta gracias a la concienciación creciente en el sobreconsumo de alimentos de carácter menos saludable, como son los productos de la bollería industrial y artesanal, o las chucherías y dulces. Sin embargo, la recomendación que les vamos a ofrecer también es extrapolable a productos de una concepción más positiva (saludablemente hablando) a los que añadimos azúcar como es el caso de la macedonia de frutas o los lácteos.



En esta entrada de nuestro blog ofrecemos un método alternativo de adición de azúcar a los alimentos que se elabora de forma artesanal y sencilla llamada "miel de uvas". Este aditivo natural sirve para reemplazar el azúcar en tus preparaciones, y como está elaborada a partir de frutas, es apta para el consumo por parte de niños y de quienes sufren de alergias.

Para prepararla en una buena cantidad se necesita un kilogramo de azúcar rubio y de uvas en granos (el tipo de uvas que se elija depende del dulzor que se le quiera dar a la miel). A partir de estos ingredientes se puede completar la receta al gusto con detalles aromáticos, sabores o algunos anexos para hacer más vistosos los frascos donde se guarde (como pétalos o flores comestibles).
En cuanto a los instrumentos de cocina necesarios; con una olla pequeña, un colador, una cuchara de madera y un frasco hermético es suficiente. Se comienza por desgranar las uvas y exprimiéndolas ayudándonos de nuestras manos lo pasamos por el colador para quedarnos solo con el jugo, el cual vamos añadiendo a la olla. Si se quiere que el jugo no sea tan espeso, se soluciona añadiendo un poco de agua. Acto seguido, se añade todo el azúcar de un solo golpe y homogeneizando la mezcla con la cuchara de madera se remueve para que se empiece a disolver el azúcar.
Encendiendo el fuego a una intensidad medio-baja se sigue removiendo hasta que no se noten los cristales de azúcar, y en ese caso, se sube la intensidad del fuego y se espera hasta que apenas ebullicione la mezcla. Cuando esto ocurra, ésta se empezará a caramelizar formando un almíbar espeso que le dará la textura a nuestra "miel de uvas".
Una vez nuestro almíbar haya hervido durante aproximadamente 10 minutos (dependerá de la cantidad de líquido preparada) se apaga el fuego y se deja enfriar nuestra miel hasta comprobar la textura requerida, y ya estará lista para envasar.

*Si la "miel de uvas" no se va a consumir en el mismo día de su elaboración, es conveniente esterilizar el frasco donde ésta se guarde para prevenir posibles desarrollos de microorganismos en él. Para ello se calienta la miel en el envase y se rocía su tapa con alcohol medicinal escurriendo el excedente del mismo. Una vez se haya terminado, se cierra el frasco y se voltea inmediatamente para que el calor de la miel selle la tapa.

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